caminata (libre)

quien lo diría, Hungría había cambiado en los últimos siglos, anteriormente su madre, erzebeth bathory era quien reinaba aquellas tierras, la llamada condesa sangrienta, valla nombre que fue a tener y valla hija, puesto que esta se convirtio en un vampiro, logrando lo que su madre nunca pudo mantener, belleza eterna.

Catherine camino por las calles de Hungría, portando una capucha negra la cual cubría en su totalidad su cuerpo, le resultaba mas cómodo no ser vista por nadie, de tal manera que pudiera andar con gran libertad.

*Un lobo de pelaje gris se postro al final de la oscura y solitaria calle, se sento mirando a aquella joven encapuchada, como si la vigilase, se lamio la pata y continuo caminando dejando de verse tras una esquina, una niebla espesa rodeo a aquella calle, fria, eladora y matadoramente, el silencio inperturbable de la madrugada y las ventanas rigurosamente apagadas se cernian sobre la zona, Hungria era grande, habia viajado en su ataudo ayudado de 2 exclavos humanos, pronto volveria a Transilvania, pero la Princesa sin corona tenia que conocer a su rey, saber a quien servir fielmente, Vlad antaño habia sido conocido como Vlad el empalador, e incluso por su armadura y su linaje como "El Dragon" de hay el nombre que se le atribulle a la senda que hay que seguir para pasar de Hombre a Morador de la noche, "La senda del Dragon", en vida habia sido el mas sangriento de todos los principes, Vlad mataba a sus victimas y las empalaba al rededor del castillo, mientras degustaba carne y bebia la sangre de sus victimas, eso proboco que Lilith se fijase en el y le combirtiera, pero poco paso para que Lilith fuera preso de su propio error encerrado y marchitado, siendo el ahora el mas poderoso de todos los Vampiros, sanguinario y sin escrupulos, una silueta elegante marcada camino a traves de la bruma que se lebanto hacia la princesa hungara, los pasos sonaban sordamente en la calle pero parecia que nadie escuchaba nada Vlad se erguia magestuosamente, sus ojos rojos como la sangre fresca de un joven baron brillaban en la oscuridad, el pelo lacio y largo caia con elegancia como si fuera un cuadro epico de una batalla pasada, la piel palida y blanca como la luna dando un tono plateado se mantenia tersa y hermosa, la ropa que recordaba a 2 siglos pasados, a pesar de tener mas de 400 años de vida le daban un toque poderoso e inmortal, el anillo y el colgante simbolo del linage Dracul se mantenia regio e inamobible, como si de un cuadro se tratase, la observo y alzo su mano asta su cintura ofreciendola el anillo de su dedo largo y frio para que lo besara, mientras con un acento transilvano pronunciaba unas palabras de presentacion calidas pero aogadoras al mismo tiempo

-Hola Catherine Bathory... supongo que no ara falta que me presente...

*dijo con calma "El Dragon"

Estaba paseando tranquilamente cuando escuché unas voces.
Me escondí tras un árbol pues me asaltó un extraño sentimiento de peligro...

*La agudeza sensorial de "El Dragon" recibe un suabe y dulce olor, apetecible y jovial, sangre fresca, sangre joven... lo mejor que aquella presa habia caido dentro de la niebla, quien entra no puede salir, pero las normas que Vlad se impuso eran regias, no cometeria el error de Lilith, me mantube segun mi plan mirando a aquella Vampira, a la princesa Hungara, ante todo luego me encargaria de ella, la asustaria, jugaria con sus emociones y la dejaria llorando, la demostraria a aquella alma el terror que Vlad el empalador genero hace decadas, el terrible e imperturbable miedo, esa chiquilla se orinaria encima, como aquellos turcos que querian invadir rumania, llorara y suplicara y se retorcera de dolor..., mis ojos rojos borboña miraban a la princesa.

Sus ojos se posaron al instante sobre la silueta de aquel hombre, a pesar de solo haber escuchado rumores de el, los cuales parecían ser ciertos, logro identificarle solo con aquella información que quizá sería escasa a comparación de lo que pudo saber si todo el tiempo que había pasado lo hubiera vivido a lado de su madre, pero aquello, no sería tan grato y solo por una cosa, el matrimonio, aquello que la princesa tomaba como una atadura y privación de sus libertades y muchas diversiones a las cuales estaba acostumbrada, ademas, le parecía injusto ya que mejor aquellas aldeanas elegían a sus parejas, y ella, teniendo el puesto que tenia, se veía obligada a comprometerse con los príncipes, los cuales, la mayoría le resultaban aburridos.

Ante ella tenia a Vlad Dracul, el cual sotenia un anillo ofreciendoselo, aquella escena, le molesto en cierta forma, por lo que simplemente se limito a mostrar una ligera sonrisa entre la palidez de su rostro

-no, no hace falta, se que usted es el lord Vlad Dracul, aunque, encuentro una perdida de tiempo lo que esta haciendo-añadió de manera tranquila refiriéndose a la acción que este realizaba.

*La ofensa de aquella mujer fue realmente peligrosa, no besar el anillo la colocaba en una posicion ciertamente dificil, entre la sed de sangre que le probocaba aquella fragacia jovial y lo poco que permitia ofensas si hubiera tenido una lanza la hubiera empalado sin duda, pero decidio intentar de nuevo su pleitesia ablando con su acento transivano de nuevo

-Principe Vlad Dracul es mi nombre... y tratarme como a un igual es un error... tu fuistes combertida sin seguir la senda, mi senda... pero eso es peligroso... mucho si no sabes como actuar...

*rapidamente estaba tras de ella y la agarre la nuca con fuerza haciendola caer de rodillas, mi mano apretaba sus cerbicales con fuerza, pero a la vez el tacto frio no era desagradable, la susurre

-Antaño descuartizaba a mis victimas, comia sus intestinos y bebia su sangre mientras vivos aun se retorcian en la pica... ¿acaso crees que puedes tener el privilegio de faltarme al respeto? Yo e podido mantener mi nombre y titulo, tu Hungara solo te as vuelto devil con la inmortalidad, simple con la oscuridad y muerta nada mas... pena es lo unico que despertariais en un alma... en mi repugnancia... solo podreis tener una salida... y sabeis cual es

*antes de que hiciera nada ya estaba enfrente suya mirandola con los ojos borboña aun mas rojos

Veía lo que estaba sucediendo tenía miedo estaba sola. Me arrastré hacia fuera para que no me vieran...

en su rostro se hizo presente una mueca de desagrado ante lo que aquel vampiro hacia, detestaba que le trataran así, le estaba humillando, ofensa que jamas hubiera perdonado y en aquella ocasión tampoco lo aria, al igual que su madre, su orgullo era grande
-¿que significado tiene para ti el que yo bese tu anillo?-pregunto con una voz frívola, mirando fijamente al sujeto, su mirar expresaba odio y furia, por lo regular era una persona sumamente amable y dulce, pero cuando se trataba de una situación como esa, toda esa dulzura que radiaban sus ojos se volvía ira pura, como solo los demonios podrían expresar.

*Vlad sonrio, y en aquella situacion de reto no auguraba nada bueno, Vlad tomo aire y miro con fijeza a aquella mujer, luego la ablo, pero no movio los labios, sino directamente a la cabeza de ella, demostrando tanto poder como crueldad.

"Eso solo es el principio, si aceptas pleitesia a mi, tu vida sera mas facil, tus alimentos abundantes y tu titulo restablecido algun dia... pero claro... tu estupidez solo te acorta la vida, se que ya tienes varios dias sin alimento, lo veo en tus ojos y las arrugas que empiezan a aparecer en tus manos..."

*dige mirandola a los ojos, divertido por el estado de la chica

-porque quieres eso de mi?, de que te serviría?-pregunto sin quitar de su voz aquel tono de frialdad, ademas de que poco le importaba la parte de los alimentos, ya que, si su madre pudo conseguir jóvenes para beber su sangre, a ella le seria mucho mas fácil ya que tenia un par de siglos de experiencia.

-no creo que, un lord como usted necesite de alguien como yo, porque lo hace?-pregunto mientras levantaba la diestra acariciando el pecho de vlad, no había el palpitar en su corazón, algo muy lógico.

*Vlad miro a la princesa y noto las caricias, ni siquiera se inmuto, si algo realmente era peligroso y dañino Vlad sabia jugar con el a su favor... el tenia unas capacidades impropias e imposibles de ejecutar, como la desmoleculacion, el gran Lilith le habia dado tanto poder que ni el mas viejo de los vampiros podria dañarle, todo fue gracias al sadismo y la crueldad que le preceden, el se mantuvo mirandola y recalco de nuevo hacia la mente de ella con fastidio y su notable hacento transilvano

"Principe... a cambio de ti yo no pierdo mi rango... y solo hay una persona en este mundo, lo suficientemente loco como para morir matandome... su nombre es... Van Helsing... conoce la praxis como nadie... y tu en sus manos seras lo mismo que un raton en las de un Tigre, aplastada como una ormiga a pies de un Elefante indu... las manos suaves que jamas an notado la sangre..."

*la cogi de las manos contemplando las arrugas y se las bese sonriente

"las manos que no an sido descuertizadoras en su vida.... ahora poco pueden contra el"

*dige con calma y la baje las manos, la alise el cuello del bestido y la ofreci la mano de nuevo con el anillo

"cuanto antes aceptes antes podras venir a mi castillo del ocaso"

elevo la diestra hasta sus labios, para después colocar sus dedos sobre el anillo
-este acto, simboliza lo mismo que uno de mis besos, príncipe vlad, lo apoyare con mi ejercito en cada batalla que usted haga, no atacare su imperio, le seré completamente fiel en cuanto a ese tipo de cosas, seré su colega, por así decirlo, pero solo eso-hizo un corto silencio y cerro por un instante sus ojos
-permaneceré en Hungría, este es mi reino, si ese tal Van Helsing llega a venir estaré preparada, la princesa de Hungría permanecerá aquí para proteger a los suyos-al terminar de hablar dio un jalón hacia atrás safandose de las manos de vlad
-me tengo que ir, tengo asuntos pendientes-se inclino ante este por educación y después se dio la vuelta comenzando a caminar

*los ojos de vlad la miraron marcharse, sin decir nada, habia sentido aquello que dijo, habia que tenerla bien atada, si osaba tan solo planear algo yo mismo la arrancaria la cabeza, la niebla se disipo y Vlad junto con ella